Amor, soledad, melancolía, felicidad... también de vida y muerte, son solo algunos de los sentimientos que se entrelazan en esta recopilación de poemas, que hoy no solo forman parte de este libro, sino que también forman parte de la vida y transición que vivió el autor como ser humano, como enamorado y como hombre y que hoy se vuelve un simple redactor de su propios sentimientos y acontecimientos por los cuales tuvo que pasar y que, seguramente, alguna vez hemos pasado en nuestra vida. En Tocando estrellas con los dedos encontraremos no solo un bello poema que nos haga suspirar, una frase que podamos dedicar o una historia que tal vez nos haga reflexionar, sino que también encontraremos un reencuentro con la tranquilidad perdida, que este mundo nos ha arrebatado bajo el ajetreo popular y el arduo trabajo que a cada persona día a día nos acontece y que, a la misma vez, nos priva de regalarnos un poco de paz, de la cual tanto carecemos en la actualidad, ya que el estrés, el trabajo y la rutina diaria no nos han permitido dejar llevarnos por lo suave de una lectura romántica o de permitirnos otra vez conquistar con poesía y romanticismo al ser amado, y que con la ternura y la pasión de un verso, nos remontemos nuevamente en el sabor de lo antaño, de lo antiguo; como en aquellos ayeres los grandes poetas vislumbraban en sus poemas y de los cuales fuimos tan aficionados al dejarnos llevar por la caricia de sus poemas y la narración de sus vivencias... Dejémonos llevar también ahora y volvamos a ser partícipes y amantes nuevamente de la poesía, demostremos que mientras haya algún lector amante del romanticismo y precursor del amor, seguirá viva la llama de la melancolía y el placer sensual de las rimas y las prosas. Y que lo deleitaran letra a letra en estas páginas, que forman parte de esta obra que a lo largo de los años se han escrito y que por fin salen a la luz estos poemas inéditos, llenos no solo de fracturas en el corazón o recuerdos pasajeros, sino también llenos de esa luz que por más que la tecnología, el desespero, estrés o agotamiento no han logrado apagar, ni que han dejado que merme el amor que de ellos emanan y que en estos tiempos de guerra, de cambios climáticos, de odio racial, enojo o ansiedad, logremos no solo motivar a la lectura, sino también inspirar a la niñez y a la juventud a dejarse llevar por el brillo del amor... el amor al prójimo, a la familia, al semejante y que así este libro logre su cometido... Que volvamos a soñar, a imaginarnos volar bajo los acordes de las palabras y así disfrutar de la simpleza de una caricia, bajo el poder de una palabra y así lograr suspirar, de nuevo enamorar y con tan solo creer y tan solo un momento, toquemos estrellas con los dedos, con tan solo imaginar.